Nueve de cada diez europeos cree que, a la hora de tomar decisiones, los representantes institucionales deberían prestar tanta atención a las cuestiones medioambientales como a los factores económicos y sociales.
Por ello, el crecimiento sostenible y la competitividad son las prioridades del nuevo marco financiero de la Comisión Europea para el periodo 2007-2013, constituyendo la conservación y gestión de los recursos naturales una de las cinco actividades principales.
Los tres grandes ámbitos para la mejora medioambiental responsable y rentable están en la gestión de los abastecimientos, el modo de prestar el servicio y la gestión de los desechos generados. Sistemas automáticos para el ahorro de energía o de agua, compras de productos certificados medioambientalmente o recogida selectiva de resíduos para su reciclaje son algunas de las medidas que con más claridad posibilitan mantener el nivel de calidad de nuestros servicios y, en ocasiones, incluso aumentarlo, reduciendo el perjuicio medioambiental de la actividad y permitiendo a su vez aumentar precios o disminuir los costes de la empresa. Por tanto, ser más rentable es posible a través de la responsabilidad medioambiental. Crear un planeta sostenible depende fundamentalmente de crear actitudes sostenibles en sus ciudadanos.
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